Coraline  (Neil Gaiman)

Sinopsis

Al día siguiente de mudarse de casa, Coraline explora las catorce puertas de su nuevo hogar. Trece se pueden abrir con normalidad, pero la decimocuarta está cerrada y tapiada. Cuando por fin consigue abrirla, Coraline se encuentra con un pasadizo secreto que la conduce a otra casa tan parecida a la suya que resulta escalofriante.

Sin embargo, hay ciertas diferencias que llaman su atención: la comida es más rica, los juguetes son tan desconocidos como maravillosos y, sobre todo, hay otra madre y otro padre que quieren que Coraline se quede con ellos, se convierta en su hija y no se marche nunca. Pronto Coraline se da cuenta de que, tras los espejos, hay otros niños que han caído en la trampa. Son como almas perdidas, y ahora ella es su única esperanza de salvación. Pero para rescatarlos tendrá también que recuperar a sus verdaderos padres, y cumplir así el desafío que le permitirá volver a su vida anterior. 

Leo y recomiendo

Desde mis lecturas -relectura en este caso- en el Club literario Atreyu, en su sala fantascifi, vengo para hablaros de un mundo tenebroso creado por el genial escritor Neil Gaiman: el mundo de Coraline, muy conocido para el gran público gracias a su adaptación cinematográfica (en la que se utiliza una maravillosa técnica Stop motion). 

Sin embargo, para expresarlo correctamente deberíamos hablar de los mundos de Coraline, el que existe antes y el que existe después de la puerta. ¿Qué tendran las puertas que tanto atraen a escritores y a lectores del género fantástico, y a los protagonistas de esas historias? Dile puerta en la pared, dile agujero de la madriguera de un conejo blanco, dile puerta en un armario, dile como quieras, lo cierto es que si la atraviesas alucinas. Como cuando lees Coraline.

Cierto es que Neil Gaiman no se ha inventado lo de los mundos paralelos, pero si que es un maestro dándoles vida, aunque sea una vida tan inquietante. 

No debemos caer en la trampa de creer que la historia de Coraline es literatura infantil porque la protagonista sea una niña, aunque tampoco deba quedar alejada de estos lectores si les atraen, y muchas veces lo hacen, las historias de miedo. Las buenas historias son para todos los públicos, aunque puedan dar mucho miedo. 

Coraline acaba delante de esa puerta mientras investiga la casa a la que acaba de mudarse con sus padres. Y aunque, al principio, esa investigación sea más fruto del aburrimiento, de la desatención de sus padres, que de un genuino interés aventurero, el resultado es el mismo: la fascinación por el descubrimiento de algo singular y único. Porque, ¿quién no se sentiría fascinado, en un primer momento, al descubrir un mundo paralelo al tuyo en el que todo parece más brillante y mágico? 

Pero este es un cuento que nos recuerda que no es oro todo lo que reluce. Neil Gaiman ya lo avisa a su manera, con esos botones que tienen por ojos los padres de Coraline al otro lado de la puerta -y menudo crinje que dan-.

Para mí, es una historia fantásticamente tenebrosa, a ratos macabra y esperpéntica, pero también es un libro sobre el aprendizaje y sobre el crecimiento de una niña.

Un libro más que recomendable para aquellos que estén dispuestos a atravesar la puerta.

Espero que os haya gustado la reseña. Si es así, no olvidéis dejar vuestro comentario y seguirme en mis redes sociales Instagram, TikTok y Facebook @mc.hito.5. Y si queréis recomendarme alguna lectura, soy toda oídos.

Gracias por vuestra lectura.